Yo reciclo, porque sí

jueves, 12 de marzo de 2009

A estas alturas se ha discutido este mismo tema en infinidad de ocasiones pero parece que nunca llega a convencer como es debido, pues parece que a muchos el reciclaje les parece una tontería de la que no hay que preocuparse. Por ello, he decidido mostraros el porque y su forma de llevarse a cabo.

Por una parte, ha de verse el planeta como un hábitat diminuto en el que residen billones de vidas. Muchas de ellas, no son conscientes del problema de la contaminación, pero los que lo son, son justamente los que tienen que actuar para resolverlo: el ser humano. La responsabilidad es suya, porque él ha sido el causante de ello, y lo primero, es aceptar el error cometido para poder arreglarlo.

Después, se debe pensar en la manera de hacerlo. Puede que alguno tenga la brillante idea de decir que con dejar de contaminar basta, peor no es así, porque el planeta ya esta destrozado y además de cuidar de él también debemos curarlo. Para ello, entonces, se requiere un sentimiento especial por la Tierra, un sentimiento que nos haga querer a nuestro planeta. Si esto se llegase a conseguir, los pasos a seguir no tendrían que ser especificados porque se llevarían a cabo de forma inconsciente.

Eso es lo que cada persona ha de intentar: sensibilizarse por nuestro planeta. De ese modo, no nos vendrían a la cabeza ideas como "por una lata más..." o "ya lo limpiará otra persona". En lugar de ello, nos vendrían a la mente ideas como la que vocifero Martin Luther King: "Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol." Aquí nos muestra, que aunque sus acciones no tuviesen ningún efecto, merecería la pena llevar esas acciones a cabo por el simbolismo que representan. Y ese es el espíritu que se debe infundir entre la muchedumbre, el tratar a nuestro planeta como si de nuestra propia vida se tratase.

Por encima de todo lo anterior ha de resaltarse la importancia del esfuerzo individual. Se suele decir que el trabajo de una sola persona no es suficiente, pero en este caso, si que lo es. La gente tiende a pensar que por que él no haga el mínimo intento por preservar nuestro planeta, como único individuo que es no tendrá ningún efecto. Pero si todo el mundo pensase así, esa única persona se convierte en un millar de personas sin la menor dificultad. Y en ese caso el efecto sería devastador.

Resumiendo en pocas palabras, y como dijo Gabriel García Márquez: "No tenemos otro mundo al que nos podamos mudar." Y por ello, debemos preservarlo igual o si es posible mejor que cuando nos o encontramos. Puede parecer difícil, pero el mínimo esfuerzo, tirar un simple envase de plástico a su contenedor correspondiente ayuda en esta empresa contra la aniquilación de nuestro planeta.

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