Por muy jóvenes que aún seamos, no lo somos tanto como para no percatarnos de que según avanzamos en el tiempo la sociedad se va volviendo cada vez más y más individualista. Si aún no te has dado cuenta, coméntaselo a tus ancestros, (perdón, abuelos y es que hoy en día cualquier ser humano que no conozca lo que es exactamente un “ipod touch!”se puede considerar prácticamente un dinosaurio),y verás su reacción. probablemente hayan echado ya pestes al verte con los cascos todo el día, te habrán reprochado que la gente no es como era, que nadie habla con nadie, ni se reúne para cantar, charlar...etc. pero claro, los dinosaurios, esos bichejos, se extinguieron al parecer hace aproximadamente 65 millones de años a causa de un meteorito; Contrariamente a lo que algunos individuos creen, no porque en el momento de su caída en la tierra el meteorito los pillara a todos debajo, sino por que el tremendo impacto provoco una serie de cambios en la atmósfera que los dinosaurios no pudieron soportar. Cambios.... Ya se sabe, evolucionar o morir. Es esto lo que ocurre exactamente en el siglo XXI a nuestro alrededor; la tecnología ha llegado y nosotros evolucionamos, así que ahora nos hemos preocupado en llenar nuestras viviendas de chismes y cacharritos varios gracias a los cuales podemos respirar tranquilos:¡Estamos salvados!
Hay hoy en día, unos pocos dinosaurios que han sobrevivido al cambio y siguen escribiendo cartas en vez de e-mails(todo apunta a que no aguantaran demasiado, al menos en este planeta). Ahora todos estamos más automatizados, somos más digitales y menos humanos. al igual que con la perdida de los binilos se ha perdido mucha calidad de sonido también la letra, los tachones y esos detalles personales de las cartas tanto como el tono de voz y segundas intenciones de las conversaciones las hemos dejado atrás a través del messenger, pero bah!,a fin de cuentas, ¿a quien le importan esos detallitos, pequeñas pinceladas casi imperceptibles? Probablemente no merezca la pena seguir usándolas habiendo inventado estas nuevas técnicas mucho más eficaces,
Además no tienes por que estar en casa aguantando las charlas de tu madre y las conversaciones sin conclusión ni finalidad de tus parientes, puedes irte a tu habitación y hacer miles de cosas sin depender de otros tranquilamente y es que para los salvados el mundo dejaría de ser redondo sin estos cachivaches.
Pero con el tiempo quizás perdamos el placer de entablar una conversación con cualquier vecino acerca de la predecible meteorología u olvidemos el olor a primavera que empieza a percibirse cuando la ultima hoja del tilo ha caído, quizás perdamos el misterio de las miradas que todo lo dicen sin decir nada. Quizás tenga razón el genial Fermín Romero de Tormes , cuando afirma:
“...La televisión, amigo Daniel, es el Anticristo y le digo yo que bastarán tres o cuatro generaciones para que la gente ya no sepa ni tirarse pedos por su cuenta y el ser humano vuelva a la caverna, a la barbarie medieval, y a estados de imbecilidad que ya superó la babosa allá por el pleistoceno. Este mundo no se morirá de una bomba atómica como dicen los diarios, se morirá de risa, de banalidad, haciendo un chiste de todo, y además un chiste malo...”
Hay hoy en día, unos pocos dinosaurios que han sobrevivido al cambio y siguen escribiendo cartas en vez de e-mails(todo apunta a que no aguantaran demasiado, al menos en este planeta). Ahora todos estamos más automatizados, somos más digitales y menos humanos. al igual que con la perdida de los binilos se ha perdido mucha calidad de sonido también la letra, los tachones y esos detalles personales de las cartas tanto como el tono de voz y segundas intenciones de las conversaciones las hemos dejado atrás a través del messenger, pero bah!,a fin de cuentas, ¿a quien le importan esos detallitos, pequeñas pinceladas casi imperceptibles? Probablemente no merezca la pena seguir usándolas habiendo inventado estas nuevas técnicas mucho más eficaces,
Además no tienes por que estar en casa aguantando las charlas de tu madre y las conversaciones sin conclusión ni finalidad de tus parientes, puedes irte a tu habitación y hacer miles de cosas sin depender de otros tranquilamente y es que para los salvados el mundo dejaría de ser redondo sin estos cachivaches.
Pero con el tiempo quizás perdamos el placer de entablar una conversación con cualquier vecino acerca de la predecible meteorología u olvidemos el olor a primavera que empieza a percibirse cuando la ultima hoja del tilo ha caído, quizás perdamos el misterio de las miradas que todo lo dicen sin decir nada. Quizás tenga razón el genial Fermín Romero de Tormes , cuando afirma:
“...La televisión, amigo Daniel, es el Anticristo y le digo yo que bastarán tres o cuatro generaciones para que la gente ya no sepa ni tirarse pedos por su cuenta y el ser humano vuelva a la caverna, a la barbarie medieval, y a estados de imbecilidad que ya superó la babosa allá por el pleistoceno. Este mundo no se morirá de una bomba atómica como dicen los diarios, se morirá de risa, de banalidad, haciendo un chiste de todo, y además un chiste malo...”
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