A las 09:45

lunes, 26 de enero de 2009

“A las 9:45 le atenderá el Doctor Goikoetxea en el hospital de Cruces” ¿Cuántas veces hemos podido escuchar esta frase? ¿Cuántas veces, de todas ellas, se ha cumplido? Llegas al hospital, con un poco de adelanto, por si las moscas, y te encuentras con una sala repleta de gente y piensas: “tengo cita, no hay problema”. Error, grave error. Vas a recepción con la conciencia tranquila, pues crees que te van a decir: “espere en la sala, en seguida viene el doctor a por usted”. En efecto, la escuchas, pero no una vez, sino cada media hora, cada media hora que pasa entre que vas la primera vez a recepción y hasta que vuelves a preguntar, un poco decepcionado, porque aún no te han llamado.

Total, que decides sentarte en tu silla, azul, de plástico, a esperar. Coges una revista, si hay, que puede ser “El Semanal” con fecha de marzo de 1996. Ves como sigue entrando gente y piensas en lo bien que se lo van a pasar esperando. Pero ellos no esperan, entran directamente a la consulta. Más adelante ves al Doctor Goikoetxea que sale, sin la bata que tanto miedo da a veces, y vuelve al de 25 minutos, todavía con migas desprendidas del bollo de mantequilla en su jersey cosido a mano.


En mi opinión la gente que está en recepción dando cita y diciendo a la gente a donde debe ir, disfrutan diciendo “en seguida vienen a por usted” pues saben que al menos vas a tener dos horas de sufrimiento, en una sala a 49ºC, con niños llorando, ancianos quejándose y contándose sus penas como si fuera una competición y, en definitiva, “agonizando”.


Por eso no entiendo que la gente cuando se le dice que no vaya a urgencias por una gripe, por poner un ejemplo, que es mejor que vayan al ambulatorio más cercano para que les digan que es una gripe que se va a curar en 7 días si toman medicinas y en 8 si no las toman. Pero aun así tienen el mas mínimo síntoma y se van a todo correr a Cruces, a urgencias. Y tú qué vas con tu pierna en tres trozos tienes que esperar por culpa ese tipo de gente, no tiene sentido. En fin, como ya dijo el gran maestro Yoda a Luck Skywalker: “paciencia joven padawan”.

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