¿Reflexiva o impulsiva?

jueves, 11 de diciembre de 2008



Creo que no puedo más. Mi cavidad cerebral está rozando los límites. Con mi cabeza llena de leucocitos, Alfonso XII, prosopopeyas y metáforas, San Agustín, datos litológicos y ácidos y bases...creo que la cabeza me va a estallar. Desde que te levantas con aún legañas en los ojos, sin darte cuenta, ya estás sentada en tu pupitre escuchando charlas monótonas que, de vez en cuando, despiertan tu interés porque al fin y al cabo, se supone que estás ahí porque es lo que tu has decidido escuchar y aprender. Pero hoy me he levantado con el pie izquierdo y creo que es el momento oportuno. Cogeré el viejo revolver Colt de mi padre y lo haré, llena de valor y a la vez tan débil y desganada por no querer seguir. Ya está...por fin libre de esta rutina y del sin parar que cada día me atormenta la cabeza. Adiós.

1 comentarios:

ane dijo...

Todo el mundo pasa por situaciones similares. Estamos en una etapa de la vida dificil y, aunque mucha gente la pinte de rosa, no es el color más apropiado para ello. No eres la única que sufre y si observas detenidamente a tu alrededor te darás cuenta que mucha gente viene a clase con los ojos hinchados de tanto llorar la noche anterior. Sin embargo la despedida es muy fácil y, simplemente, es de gente cobarde. Por eso mismo es necesario levantar la cabeza y por un minuto recapacitar de lo importante que eres para mucha gente y que existen muchas razones para seguir, ¡porque la vida realmente merece la pena!:)