lunes, 15 de diciembre de 2008

El viernes empecé a ver una serie que narra la vida de unos jóvenes adolescentes del barrio del "Upper East Side" de Nueva York que van a colegios elitistas a la vez que flirtean con drogas, sexo y otros problemas adolescentes. Y es que esta serie me ha llamado mucho la atención pues al tratar sobre la vida de estas personas que tienen sus propias tarjetas de crédito, roperos llenos de firmas como; Channel, Louis Vuitton, Prada, Versace..., una total independencia de sus padres, una persona que cocina para cada uno a cualquier hora del día el menú que elija... ¿Prodiamos decir que lo tienen todo? Es decir, la idea de que tengan toda clase de lujos y popularidad en el instituto, ¿es tenerlo todo a nuestra edad?

El pasado sábado, una amiga y yo fuimos de compras a renovar nuestro armario, y es que hicimos una selección minuciosa de lo que íbamos a comprar, ya que nuestros ahorros no nos permitían comprar cualquier cosa, así que compramos lo indispensable para este duro invierno; unos vaqueros, un jersey , un abrigo y alguna camiseta. Para cuando acabamos, nos gastamos todo el dinero, y mejor no decirles a nuestros padres cuanto llevamos que igual no volvíamos a pisar una tienda de ropa en meses.

La cosa es que, visitando los escaparates de las tiendas, nos atrevimos a entrar en una tienda un tanto cara, en la que un simple logotipo cuesta mas que una camiseta. Así que entramos y fichamos un abrigo precioso, fuimos directamente a ver el precio y allí encontramos la tragedia: 300 euros. Y queridos bloggers, no estoy hablando de esa clase de ropa que solo vemos en las revistas, no, era una simple chaqueta que se podría encontrar la misma por 40 euros en bershka. Al final, mi compañera de compras y yo salimos de la tienda criticando los injustos precios de la moda, y sobre todo, anhelando tener más dinero, una cuenta bancaria millonaria que nunca se acabara, con la que se pudiera comprar todo tipo de caprichos, al igual que Paris Hilton que en un día derrocha 15.000 euros en las mas prestigiosas boutiques de Milan, Paris, Nueva York...

Tampoco estoy defendiendo el abuso del consumismo, que esos 15.000 euros que se gastan en una mañana, se podrían usar perfectamente en una aldea del tercer mundo comprando alimentos para 1 mes y más.

Simplemente digo que quién no ha soñado nunca con ser millonario, pensar en todo lo que podríamos tener a nuestro alcance.

Retomando el tema de nuestros tan apreciados jóvenes de la quinta avenida, es verdad que lo tienen todo en sus aparentes vidas “perfectas” ?

Pues no lo sé, lo único que se es que en la serie cada uno tenía su problema; una chica tenia bulimia nerviosa, a otra le pasaba que sus padres se divorciaron porque el padre estaba liado con la secretaria, un chico estaba saliendo con una chica por conveniencia porque los padres de ambos tenían un negocio millonario, a otro chico le estaban obligando a estudiar una carrera que el detestaba, y así una larga lista de enredos familiares, sentimentales, personales, etc.

Aquí va una frase que pasará a la historia del cine a manos de Brad Pitt en el papel de Aquiles, en la película Troya:

"Te contaré un secreto, algo que no se enseña en tu templo: los dioses nos envidian. Nos envidian porque somos mortales, cada instante nuestro podría ser el último, todo es más hermoso porque hay un final. Nunca serás mas hermosa de lo que eres ahora, nunca volveremos a estar aquí...".
Y yo digo al igual que mi queridísimo Brad, que los que de verdad tienen envidia, son ellos. Ellos son los que nunca experimentarán la emoción, los nervios anteriores que suponen abrir un regalo, pues ya tienen todo lo que quieren, la ilusión de hacer un viaje...

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