Falsos deportistas

miércoles, 10 de diciembre de 2008

    Leyendo una revista mensual sobre ciclismo he encontrado un artículo que tenia por título la siguiente frase: "Finalmente sólo ocho casos de dopaje en el Tour de Francia 2008". ¿Sólo? Creo que con que haya un caso de dopaje ya es suficiente para decir que esa cifra es impresionántemente alta. Si queremos terminar con este tema en el deporte, lo que hay que hacer es cortar el problema de raíz, cárcel directa o lo que sea.

    Hay una cosa que no entiendo en la gente que se dopa, ¿por qué pagar ese peaje por una victoria falsa que igual ni siquiera llega? Otra cosa que no entiendo es como son capaces de doparse en una competición tan dura y tan vigilada como es el Tour de Francia.

    Otra de las cosas que me parecen mal de que un deportista se dope, es la desolación que le producirá a una afición o incluso a un país entero. Por un momento me imagino lo que pasaría si de repente un día sale en los periódicos que los futbolistas de la selección española jugaron dopados toda la fase final de la Eurocopa en la que salieron campeones. ¿Qué pasaría? Todos los halagos que recibieron de parte de instituciones, gobiernos de otros países... se irían al traste por culpa de unos niñatos, desesperados por ganar algo en su vida, y de engordar, más aún, su cuenta corriente en Suiza. No es de recibo que teniendo a una afición que te apoya, que hace enormes esfuerzos para estar a tu lado en los mejores momentos, pero sobre todo en los malos momentos, les desilusiones porque te sentirías mal si no ganas después de haber movido a semejante cantidad de gente.Estoy completamente seguro de que los aficionados a cualquier deporte y fans incondicionales de cualquier deportista estarían más felices viendo como sufre por dar alguna alegría a su afición y terminando en una posición de lo más normal, que viendo como gana tan fácil que se descubre que ha hecho trampas.

    Pero lo que más grave me parece del asunto del dopaje es que por culpa de un deportista desesperado muchas familias se quedan sin trabajo, pues los patrocinadores retiran sus ayudas, y sin ayudas no hay dinero y sin dinero es muy complicado poder pagar sueldos, por lo tanto hay despidos. Eso no se perdona con una sanción de dos años sin competir. Personalmente creo que lo que tendrían que hacer es pensar en lo que ha hecho y no volver a competir, quedarse encerrado en casa por vergüenza a que te vean por la calle.

    Uno de los casos de dopaje de ese Tour de Francia fue el de Ricardo Riccó, EPO CERA. Un nuevo tipo de doping que se supone que es más complicado de detectar porque su efecto empieza a partir de la tercera semana, una vez inyectado en la sangre. La verdad es que yo veía venir ese caso de doping. En el Giro d'Italia Alberto Contador le ganó casi sin tener que salir de hotel, y como en el Tour el equipo de Alberto estuvo vetado, pensaría que dopándose podría ganarlo y resarcirse de su segundo puesto en el Giro. Pues bien, dí en el clavo. Gana dos etapas en la primera semana y al día siguiente se lo lleva la policía.

    Una de las soluciones que se han acordado en el ciclismo es retirarle la victoria al que se dopó y dársela al que quedo en segunda posición. Pero claro, el que quedó segundo en una etapa del Tour de Francia, por decir una carrera importante, no subió al podio ese día, ni recibió el trofeo de manos de Bernard Hinault, bajo mi punto de vista el mayor ciclista Francés de la historia.

    En definitiva, creo que el tema del dopaje es algo que siempre va a estar ahí, a no ser que la siguiente generación de deportistas junto con los más jóvenes deportistas del momento, decidan cortar de raíz con el tema y acuerden medidas drásticas.

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