La vida que nos ha tocado

martes, 5 de mayo de 2009

Dos jóvenes del equipo femenino de voleibol de Lugo, que ayer sufrió un accidente de tráfico en Santiago de Compostela, en el que fallecieron dos de ellas, están "estables dentro de la gravedad", ingresadas en el servicio de Cuidados Intensivos del hospital clínico.El accidente se produjo tras regresar de Gran Canaria, donde se clasificaron como subcampeonas de España en la categoría juvenil y el siniestro se registró en una rotonda en las inmediaciones del aeropuerto de Lavacolla, poco después de iniciar viaje a Lugo, de donde procedían. En el lugar del accidente fallecieron dos de las componentes del equipo, Aida e Iris, de 17 años y 16 años, y en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) permanecen cinco de las heridas.De las dos que siguen ingresadas en la UCI Pediátrica, una de ellas presenta traumatismo craneoencefálico severo, que precisó intervención quirúrgica, así como traumatismo facial y policontusiones. Fuentes del centro informaron de que se encuentra "estable dentro de la gravedad", mientras que la otra joven ingresada en cuidados intensivos presenta politraumatismo y "su evolución es favorable". En cuanto a las otras tres personas, una de ellas está ingresada en la Unidad de Reanimación, se encuentra estable y sufre diversas fracturas y lesiones de partes blandas.Otra de las heridas precisó de cirugía plástica y esta mañana pasará a la unidad de Hospitalización de este servicio en el Hospital de Conxo.Finalmente, las fuentes médicas informaron de una quinta herida, "menos grave", que permanece en observación y su evolución es "favorable".

No he podido evitar las lágrimas cuando por primera vez he visto esta noticia en el telediario. El sábado a la noche llegamos mi equipo de voleibol a Bilbao de este mismo campeonato, gracias a Dios sanos y salvos todos sin darnos cuenta de lo afortunados que eramos. Rara vez nos paramos a pensar en la muerte, porque como es lógico la tememos, pero hay veces que es inevitable pensarlo. Hace una semana yo alucinaba viendo a esas jóvenes jugar, nos moríamos de envidia por jugar como ellas y derepente ahora te paras a pensarlo y te das cuenta que nunca las volveremos a ver, que derepente ya no están, que no existen.

Pero más me duele pensar en todos aquellos que las querían, como tu hija marcha a un campeonato y jamás vuelve. No sé, la vida es imposible de entender, es muy duro ver como una de ellas muere el día de su cumple y la gente la felicita en su tuenti despidiéndose de ella y escribiendo que saben que nunca lo leerá. Me parece inexplicable y siempre te haces esa pregunta de ¿Por qué a ellas? Aunque lo peor es que estos accidentes ocurren con normalidad, tanta que no nos estremece hasta que te ocurre a ti.

Pero más inexplicable que la vida, me parece aun, que una persona con sensatez pueda poner en peligro la vida de un grupo de personas a las que todavía les queda todo por vivir, de la manera que lo hizo el conductor del minibus en el que viajaban estas chicas. Como bien se explica e los periódicos:
El conductor del autobús accidentado en Santiago el pasado domingo, en el que murieron dos jóvenes jugadoras de un equipo de voleibol, entró en la rotonda en la que se produjo el siniestro a 105 kilómetros por hora, cuando la velocidad estaba limita a 40, según el análisis del tacógrafo, una especie de caja negra que registra la velocidad a la que circula el vehículo y que llevan instalados los camiones y los autobuses.

Sinceramente, me parece incomprensible…

Todo esto da mucho que pensar aunque de toda esta historia lo que más rabia me da es como los medios de comunicación explican los hechos, de que fría e irrespetuosa manera. Víctimas del interés dan al público ese morbo que tanto asco me da. Me he quedado alucinada cuando en más de un telediario he podido observar las mismas imágenes. Imágenes en las que el padre de una de las dos chicas fallecidas en el accidente estaba tirando en la carretera llorando solo, mientras que el cadáver de su hija se encontraba junto a él en la carretera. Me parece, no sé, horrible, pensar que pueden olvidarse tan fácilmente de que ese hombre es un humano con sentimientos y cualquiera que lo vaya a ver también. Lo que les pasa es que no se dan cuenta de que esto no es una película si no que es la vida real, la vida que nos ha tocado vivir y que debemos disfrutar al máximo, mientras podamos al menos.

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