El poder de escribir

Parece indiscutible la libertad que se defiende del poder de escribir, pero luego, ¿todos lo aprovechan?

Envidio a aquellos quienes poseen el don de escribir. Esos escritores que aparecen en los periódicos, telediarios o simplemente hablan sobre él o ella por la radio.

Imagina poder ser uno de ellos, con lo que ello conllevaría: ser famoso y conseguir dinero a costa de un gran placer, escribir.

A mi siempre me ha parecido que muchos de esos escritores escriben libros como churros, eso mismo pensé yo de Bernardo Atxaga hace unos días. Pero si miras todo lo que ha escrito, tampoco es tanto como para poder dedicarse tu vida solamente a ello. Para poder vivir de ello, tienes que ser muy bueno. Y si quieres sacarle provecho, aun más mediático, tanto como Stephen King, Isabel Allende o Douglas Preston.

Por el simple hecho de ser importante y bien reconocido, no dudo de que muchos de vosotros viviréis ese momento. Ese instante en que buscareis en vuestros recuerdos o mediante la imaginación una historia que os haga saltar a la gloria, vuestro pase a la fama. No quiero desilusionaros, y aunque un 0,5 % consiga publicar un libro en su vida, sólo un 0,01% o menos consigue igualar a los ya tan conocidos escritores de bestsellers.



Mediante este blog, todos nosotros hemos tenido la oportunidad de explotar y demostrar lo que valemos con un papel y un boli, con un teclado y un ordenador en nuestro caso. Durante estos seis meses nos hemos podido expresar con total libertad, hemos descubierto el arte de escribir y hemos podido compartir nuestras ideas con los demás compañeros. Esta ha sido nuestra oportunidad de darlo todo, y al menos lo hemos intentado.