No más frenazos por favor.

Con la llegada de un nuevo puente las alarmas aumenta en las carreteras ya que son muchas las personas que cogen el coche para emprender unas minivacaciones exóticas, rurales o deportivas...
Son miles y miles las personas, familias, grupos de amigos... los que con una gran ilusión cogen el coche en busca de nuevas experiencias, pensando que los accidentes solo suceden a la gente de alrededor y nunca a uno mismo.
Aunque las administraciones cada vez pongan más anuncios y campañas de concienciación para que todos los accidentes de tráfico se reduzcan y por fin se pueda dar la gran noticia de que en un fin de semana no ha habido ninguna muerte por culpa de imprudencias a la hora del desplazamiento por la carretera.
Hay que admitir que las muertes por estas causas han disminuido considerablemente, pero todavía queda trabajo por hacer, queda llegar a la cifra que sea la idónea y la perfecta. Es la cifra en la que no se oyen lloros de nostalgia, de deseperación, de frustración, de enfado, de rabia...ya que muchas veces los que sufren las consecuencias no suelen ser los culpables sino los que tienen la mala suerte de cruzarse por el camino con alguien que no cumple la leyes o que es inconsciente y quiere sentir en su piel la adremalina de ir a 150 por hora.
La concienciación es la base, el saber que en las carreteras no solo te juegas tú la vida es lo necesario para una conducción prudente que no ponga en peligro vidas llenas de recuerdos y de familias queridas que quedaran rotas y destruidas.
Una conducción prudente es sinónimo de una conducción segura y es lo que debe reinar a nuestro alrededor......
No quiero oír más un frenazo, un acelern una ambulancia, un lloro, un grito si proviene de un accidente.