A veces parece mentira que viva en el siglo XXI, lo que parece que va a ser la era de la informática, nuevas tecnologías... y todavía no he llegado a ese punto de llevarme bien con el ordenador e Internet. Para acceder y registrarme en el blog, no sé por donde me he metido que he acabado en una página con unas ofertas de unos viajes para el verano.
En fin, creo que es demasiado pronto para hablar del verano, así que habrá que disfrutar de lo que nos queda del otoño, que aparte de algunos resfriadillos, trae con él los pintorescos colores de los árboles. No sé si alguien se habrá fijado, pero por la ventana de nuestra clase hasta hace poco se podían observar tres árboles que las hojas de cada uno tenía su propio color, verde, amarillo y rojo.
La verdad es que al final el otoño cubre los paisajes con unos colores que da gusto!
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